¿Qué puedo hacer?

• No hay pociones ni varitas mágicas
• No depende de los demás
• No depende de las circunstancias
• Es nuestra responsabilidad

• ¿Empezamos a dejar de machacarnos?
• Seamos realistas tanto con nuestros defectos como con nuestras virtudes, de nada nos sirve en fijarnos constantemente en los defectos y hacerlos todavía peores, y mucho menos nos sirve, minimizar o quitar importancia a nuestras virtudes.
• El objetivo no es ser perfectos si no felices

• ¿Comenzamos a pensar de otra manera?
• Podemos cambiar la forma en la que nos hablamos, cambiando el lenguaje, las palabras que nos decimos a nosotros mismos cambiaremos nuestra manera de pensar, sentir y valorarnos. También al resto del mundo.
• Del “No puedo” al “Voy a intentarlo”
• Del “Debería” al “Me gustaría”
• Del “No valgo” al “Soy una persona”
• Podemos ayudar a nuestras palabras su las asociamos con imágenes que nos repercutan bienestar. De nada me sirve montarme la película en la cabeza si el final siempre me perjudica, podemos cambiar no sólo el final, también el guion y sus protagonistas.

“La felicidad es un ‘cómo’, no un ‘qué’. Es un talento, no un objeto”. –Herman Hesse

• ¿Nos ponemos metas realistas?
• Podemos elegir ir poco a poco, si pretendemos correr una milla con obstáculos incluidos sin previo entrenamiento, el final no nos valdrá para mucho.
• Mirar a los errores como un potencial de aprendizaje que, al fin y al cabo, es lo que son.

• ¿Dejamos de compararnos?
• Toda comparación es mala (refranero popular).
• La comparación nos lleva a sentirnos desgraciados. ¿Irías al super a comprar desgracia y dolor?
• Dejemos de idealizar la vida de otras personas y centrémonos en la nuestra, es la que tenemos.

La autoestima es un factor de la personalidad que hay que desarrollar y trabajar mediante el Autoconocimiento y la Autoaceptación, todo ello con un toque de esfuerzo para conseguirlo.

“Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad… lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino”. Carl Jung